La observación es aprender a mirar, despejar los detalles de un todo, despejar variables, es una acción que te llena de descubrimientos (del otro, de su contexto, de las situaciones que lo rodean, etc.). Realizar una observación es un acto intencionado, con un propósito, el que en estos casos siempre debe ser, mantener una mirada atenta para sostener y acompañar el desarrollo global de todos nuestros niños/as.El niño/a que es observado para comprenderlo mejor puede cambiar, ya que al percibir que el otro se interesa verdaderamente en su persona se generan lazos, comienza a sentirse sostenido; este es uno de los descubrimientos que más ayudan en el proceso de reaseguramiento. Ana Tardos.